Hace poco edité y compartí con mis amigos un video resumiendo el 2014. El vídeo quedó chulo y desde entonces me dicen «¡vaya año que te has pegao!«.
No lo niego, 2014 fue un año bueno. Pero también fue un año con sus crisis, desengaños, frustraciones y soledad. Por supuesto, eso no es material para compartir a troche y moche.
Es curioso cómo el cerebro está diseñado para quedarse con lo bueno y olvidar lo malo. Supongo que es un mecanismo de defensa evolutivo, y es bueno que sea así.
El cerebro es un gran muro de Facebook.
Se critica que la gente muestra en Facebook sólo lo mejor. Esa foto de pies en la playa, esa puesta de sol, ese viaje, boda o juerga con los amigos… Critican diciendo que eso no es real, que sólo se hace para aparentar ante los demás y mostrar una realidad falsa. Pero…¡sí que es real! Esa persona está ahí, está viviendo eso y está disfrutando.
¿Deberíamos llenar nuestros muros de Facebook con frases tristes? «No tengo nada en la nevera», «Hace frío», «No tengo perro que me ladre», «Se me ha caído la tostada por el lado de la mantequilla…ya nada tiene sentido.»
Cada uno que haga lo que quiera, pero nadie quiere leer eso y tampoco es sano mentalmente. A nadie, insisto, a nadie le gusta estar cerca de quien transmite negatividad. Ni siquiera a los negativos les gusta estar cerca de negativos, que manda huevos…
Poner lo mejor que nos sucede, es un gran ejercicio mental. Si estás en una mala racha, echa un vistazo atrás en tu muro y verás un montón de cosas buenas que te han pasado.
Ya puestos, os animo a que posteéis más cosas vuestras, y menos de otros, puñeta. Quiero ver menos artículos de política… y más fotos de vuestros horrendos pies en la playa, vuestros gintonics en la terraza o vuestros niños jugando en el parque… Porque entonces sabré que lo estáis pasando bien.
En resumen, quédate con lo bueno, y olvida lo malo. Y compártelo…¡qué coño! :-)
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Como siempre un temazo para terminar. No me puede gustar más este videoclip. Homenaje a la MÚSICA en mayúsculas.