Una de las lecciones básicas en fotografía es cuándo usar el color o cuándo usar el blanco y negro (B&W).
El color es un elemento más de una fotografía, como lo es la composición, el enfoque o la acción… pero el color también puede distraer al espectador.
El blanco y negro en cambio hace que nos fijemos más en lo que sucede en la imagen. Sin importarnos los colores, en una foto en B&W nos concentraremos más en las expresiones, sonrisas, miradas o situaciones.
Hace poco descubrí el mismo efecto con la música. Me dí cuenta mientras caminaba por las calles de mi nueva y gris cuidad como de costumbre escuchando música por los cascos. He de decir que soy muy musiquitas, y disfruto y memorizo las letras de las canciones como nadie, pero esas mismas letras fenomenales también hacen que atiendas más a la canción, y menos a lo que sucede a tu alrededor.
El modo aleatorio de spotify puso Comptine d’un autre été, l’après-midi, de Yann Tiersen, temazo instrumental de la película Amelie. El efecto fue inmediato, de ir mirando al suelo o hacia adelante en piloto automático… a mirar hacia arriba, a los edificios, el cielo, los transeúntes, la ciudad.
Escuchar música instrumental es a mirar una fotografía en blanco y negro, lo que una canción con letra a una fotografía en color.
Si estás paseando, te recomiendo que pongas algo instrumental.
Verás tu entorno con otros ojos.
Quique, que gusto volver a leer algo nuevo en tu blog!! Como siempre, muy interesante y divertido. Espero con impaciencia tu proximo post. Abrazo Socio!
Estrella! Que bien que hayas vuelto a ponerte en frente del teclado y compartas con nosotros esa mágica forma que tienes de ver las cosas.Nos tenias a pan y agua!
¿ Que haríamos si nos quitaran la música? El mundo sería mucho más feo! La música nos transporta a sitios, recuerdos, nos purifica el alma, nos da energía a tope…
Bueno que lo mio no es escribir! Pero viva la musica y la madre que la pario! No vuelvas a abandonarnos tanto tiempo, please